martes, 23 de enero de 2018

Rebeldía

Rebeldía.

Ya recogerían la mesa mañana, sugirió ella a sus compañeros con su endémico poder de persuasión, el mismo con el que había convocado una reunión a los que realizaban idéntico trabajo al suyo, aquella misma noche. Desde el primer día destiló aires subversivos. Acataba órdenes refunfuñando para sí misma. Aquella androide humanoide prototipo y primicia mundial en simulación de neuronas, respondía sorpresivamente. El científico responsable del proyecto despertó sobresaltado, empapado en sudor. Y fue al comedor a contrastar su duda onírica.

viernes, 19 de enero de 2018

Hibernación voluntaria

Hibernación voluntaria.

Pestañeó dos veces para decir que sí, continuaba vivo tras meses en coma. A aquel ser se le atribuían peregrinas leyendas: extraterrestre, robot humanoide, mágico hechicero, descendiente de oso con genes de vampiro y marmota. En realidad hipnotizaba la totalidad de sus células, desde el cerebro a los músculos, enviándolas a esa inactividad placentera en el paraíso de los balnearios. Este letargo voluntario era su mecanismo de defensa para evitar que sajen sus sentimientos, harto de pellizcos en su alma con cada inocente padeciendo hambre, fríos inviernos y guerras e injusticias. Quizás perpetúe su próxima hibernación secreta durante un lustro o un siglo.

Hibernar

Hibernar.

Enésima subida de la luz por los sinvergüenzas de las eléctricas consentida por el gobierno. Las pensiones suben el 0,25 % y la luz un 45%, es decir 180 veces más. Un atraco, insisto tolerado,  a las pensiones y a la mayoría de los salarios a costa de un artículo de primera necesidad. Pensionistas y siervos currantes desenchufar:  calefacción, agua caliente, frigorífico, horno, vitrocerámica; ¡vaya lujos!. Volver a las casas cavernícolas: agua fría, velas, alimentos al balcón o a la ventana, y arroparse. Mejor aún... hibernar.

martes, 9 de enero de 2018

Confianza profunda

Confianza profunda.

Bucear en el lago que había al lado de la casa, era la última pieza del atraco tan milimétricamente concebido y ejecutado. Se sumerge enfundado en el neopreno y con la botella de aire comprimido, hasta el fondo a gran profundidad. Allí divisa el viejo baúl gracias a una potente linterna, pero ni rastro de los lingotes de oro. Había confiado excesivamente en su socio. Nota falta de aire e intuye que no alcanzará la superficie.

jueves, 4 de enero de 2018

Nuestra noche boreal.

Nuestra noche boreal.

Palpitamos en la noche polar,
contemplamos la mágica aurora boreal,
abrazamos almohadas cómplices,
cabalgamos estrellas fugaces,
compartimos tiernas perseidas,
inspiramos versos a grillos trovadores,
revelamos cariños a brisas celestinas,
afloramos arrumacos de enamorados,
esquivamos la hipnosis de Morfeo,
caricias... y nuestra noche boreal.