jueves, 22 de febrero de 2018

La Fontana


La Fontana.

Con los pies a remojo mientras pescaban las monedas arrojadas por los viajeros ilusionados con la leyenda de volver o encontrar el amor. Bajo la mirada barroca de los petrificados caballos y el dios del océano. A esta hora en que los transeúntes se mecían en las redes de Morfeo. Durante el día los turistas se embelesaban con la belleza de la fuente y también era un caladero perfecto donde echar el anzuelo, ante el descuido de móviles y tablets fáciles para estos pícaros pescadores.

La merma de ingresos de miles de monedas durante quince días para las arcas del consistorio, unida a la evaporación del recién estrenado iphone de más de mil euros a un sobrino del alcalde en aquella plaza, fue el detonante para que esa madrugada la zona se blindara de cámaras. Los astutos pescadores sondeaban ahora el nuevo emplazamiento para sus capturas.

sábado, 17 de febrero de 2018

Discordia


Discordia.

Se quedaban discutiendo dónde pondrían el sofá, en aquel apartamento de la capital islandesa. Con la misma cabezonería, con la que siete años atrás se conocieron en la facultad de geología, con una dialéctica sobre si deberían dejar los apuntes a los jetas que se quedaban en el bar o en casa. Su relación siempre repleta de debates, argumentando sus motivos, sus opiniones, pero eso paradójicamente les acercaba.

Finalizada la carrera llegó una trifulca espectacular. Él quería ir a Islandia y ella a la Antártida. Ambos sitios eran adecuados y atrayentes para investigar. Parecía que cada uno cogería su camino. Después de días de confrontación y esquivos comportamientos, él comprendió más emocionante el polo sur, y quizá era una oportunidad única.

Marcharon a un barracón allí era verano, tras dos semanas una tremenda e inesperada tormenta arrasó con su casa prefabricada y les dejó incomunicados. Ellos no se ponían de acuerdo, si dormir acurrucados en la colonia de pingüinos o buscar otra ubicación con las focas. Y porfiaban si comerse aquellas algas rojas para subsistir. Eran tan testarudos y tozudos que les llevaba horas ceder algo y llegar a un acuerdo.

Cuando moribundos atisbaron la zodiac hubo litigio de si era real o una alucinación. Ya en el hospital de campaña, sólo había sangre O negativo para uno de los dos. Ambos se emperraron en que fuera para el otro. El médico decidió. Dos horas más tarde un helicóptero llegó con bolsas de sangre y la obstinada pareja  logró sobrevivir.  Y poco después viajaron a Islandia.


jueves, 8 de febrero de 2018

Descrédito

Descrédito.

Los rincones vacíos de la casa ya desmantelada susurraban la fascinante historia de su última inquilina. Aquella espía fue acusada de grave traición a su país en todas las noticias. Su imagen recorrió todas las televisiones. Perdió su credibilidad, nadie confiaba en ella. Amistades y familia la rechazaron. Arruinada comía despojos sacados de la basura, allí recopiló también papeles donde plasmó su verdad sobre ese complot. La periodista que acudió al desahucio leyó el manuscrito de hojas pestilentes. Después investigó y demostró la culpabilidad del yerno del presidente. Así restituyó el honor de la espía difamada. La hija del presidente logró su maquiavélico plan.