miércoles, 21 de marzo de 2018

Calamidades


Calamidades.

Ya se las apañarían para pagar las facturas de su lujosa vida. Hoy este doberman fuera de catálogo con ojos sanguinarios les hizo huir despavoridos de la finca. Hace tres días como un ciervo en la berrea, esa vociferante alarma ausente en el ensayo previo. Y la semana pasada aquel hipster al que sedujo resultó ser un becario y sus padres estaban desempleados, el parecido con el hijo del joyero era desconcertante. Y así un mes nefasto para estos principiantes del robo, plagado de un cóctel de infortunios y fatalidades, aderezado con unas gotas de torpeza.

sábado, 17 de marzo de 2018

Migajas

Migajas.
Señor Rajoy los pensionistas le exigen que les revaloricen sus pensiones con el IPC. Su solución: salir en el congreso a anunciar unas migajas, una propinita, un caramelito; con fines electoralistas y para evitar el clamor y el ruido en las calles. No gaste nada enviando otra carta con esta nueva ocurrencia. Recursos hay, no mienta, y ellos le han dado muchas ideas de donde sacarlos. Usted ignora lo que es llegar a final de mes con el ridículo incremento del 0,25%, cuando la luz sube un 10%. Ojalá todos los futuros pensionistas apoyemos esta lucha ejemplar por la subida digna de las pensiones. ¡Migajas no!

miércoles, 14 de marzo de 2018

Rebuznos


Rebuznos.

Señor Luis María Linde, gobernador del banco de España, no insulte a los jubilados con sus comentarios casquivanos sobre: “casas en propiedad”  e “invertir en activos financieros”. Usted (privilegiado a sus 72 años con su magnífico sueldo) es un verdadero ignorante en materia de economía doméstica y familiar, en cómo pagar la lujosa luz, comer y llegar a final de mes con pensiones ridículas entre 400 y 600 euros, incrementadas con el irrisorio 0,25%. No irrite más a las auténticas magas, expertas y catedráticas en economía casera, jubiladas que sólo claman por mantener su poder adquisitivo. Ojalá no haya más ofensivos rebuznos por parte de dirigentes faltos de empatía y sentido común.

martes, 13 de marzo de 2018

La jubilada


La jubilada.

Salieron juntos cogidos de la mano al añejo balcón de su modesta casa. Sus pacíficas sonrisas arrugadas les delataban. Tras aquellas frases tan persuasivas y reivindicativas en la radio, sólo unos meses antes, comparando su lucha por las pensiones dignas a la del escarabajo boca arriba desesperado por voltearse, o la del polluelo por romper el cascarón. Desfilaron por radios y televisiones. Esta pareja de pensionistas desarbolaron a gobernantes huecos, a base de propuestas caseras y rebosantes de sentido común. Sus ideas arraigaron y sus valores germinaron. Aquella tenaz jubilada sería la primera presidenta. La revolución de los pensionistas había florecido.

viernes, 9 de marzo de 2018

Primera excursión


Primera excursión.



Océano de amapolas,

donde

la mariposa turna al búho,

la montaña amamanta al cuarzo,

el sendero saluda al tomillo,

el manantial corretea al pie del almendro,

las uvas desperezan al alba

con el gorjeo del chorlito.

La brisa acuna al espliego

y danzan agradables aromas.

La asombrada viajera inspira

los efluvios con ansiedad,

se codea con la tierra

y su retina evocará esta jornada

por siempre… su primera excursión.


Alma magullada


 Alma magullada.

Consumida como el almendro sin agua,

mustia como el tulipán en penumbras,

apagada sin brillo en el iris,

ajada como una ciénaga seca

sin lágrimas que verter ya,

sombría como un girasol de espaldas,

enfermiza como la vid con pulgones,

enjuta y demacrada,

así la encuentro cada día,

marchita y dolorida,

con su alma magullada

desde que perdió a su vástago.

Marginado


Marginado.

Hacía casi dos milenios que lo habían crucificado, así nos lo han relatado los cuatro evangelistas. Tras aquella cena de despedida con sus doce supuestos amigos. Uno le negó tres veces y otro le dio aquel beso delator en el huerto de los olivos que le llevó a la muerte, corrompido  por esas treinta monedas. Su nombre quedó como sinónimo de traidor, falso, desleal. El peor insulto: ¡Eres un judas!. Y resulta que entre los doce había otro Judas: Tadeo, pero éste quedó olvidado, arrinconado, como un mero figurante. Quizá injustamente marginado y discriminado como otros tantos personajes a lo largo de la historia.