Recuerdos.
Cerró los ojos y sopló las velas. Aquel 7 de Febrero, Saturnino cumplía 87. A él le daba igual, su mirada ausente lo confirmaba. Sonrió a Dolores, su mujer, y miró uno a uno a todos los extraños allí reunidos, eran sus hijos y nietos, pero no los reconocía. A pesar de su esfuerzo para recordar sus nombres y quienes eran, su enmohecida memoria no le devolvía respuestas. Sólo le mostraba imágenes viejas de sus años jóvenes: amasando pan, vareando aceitunas. Cada día se iban desvaneciendo esas vivencias, por el maldito moho. Las neuronas viajeras no regresaban.
Enviado a radio Cadena Ser el 01.03.2017
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