Vendo caramelos de la cabalgata de reyes de hace diez años. Con el tiempo más solera como el vino.
Vendo zapato a estrenar pie izquierdo talla 33. Mi hijo estará escayolado hasta la boda y más allá. Cuando termine el pie le habrá crecido.
Vendo cenicero seminuevo, me lo regaló mi suegra para la mesa del trabajo y a los diez días prohibieron fumar.
Vendo coche eléctrico para poder pagar el aire acondicionado y la calefacción.
Vendo perogrulladas y frases sin sentido para los discursos de políticos.
Vendo terrenito muy soleado, bien situado, zona residencial del cementerio. Precio a negociar. Lapida de regalo. Con la crisis decidí incinerarme.
Compro muebles de Ikea. Se ruega no desmontar.
Vendo aceite de Palma, especifico de Palma del Rio (Córdoba) y de oliva.
Vendo folios usados por una cara, con seis enciclopedias de regalo.
Vendo dron idóneo para chalets y casas de campo. Le chiflan las moscas y mosquitos. Y de paso cotilleará las barbacoas y fiestas del vecindario.
Vendo alambres para el pan de molde.
Compro algodón que SÍ engañe.
Vendo lapiceros y metros de Ikea. Con regalo: tornillos, tuercas, pasadores y llaves "allen"; descabalados que me sobran tras montar los muebles.
Vendo perritos pilotos y muñecas chochonas.
Te compro la entrada para ver el elefante en la cacharrería, menuda risoterapia.
ResponderEliminarSi magnífica terapia de risa... jajaja. Gracias Alicia
EliminarGracias por el ratito de risa.
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