miércoles, 24 de octubre de 2018

Vendetta


Vendetta

Como un enjambre después de recibir la pedrada de un niño, así está ella destilando veneno y con ansia de clavar sus uñas como aguijones de avispas africanas. Él es el culpable de su furia, por destriparle el asesino misterioso cuando le quedan unas páginas para descubrirlo en el libro al que lleva enganchada tres semanas. Con la rabia en el estómago se levanta y le ofrece ese postre, que él siempre termina como un gato con su lengua rebañando el plato. Hoy ese tiramisú lleva otro ingrediente secreto muy personal.

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