HEBREO
Cuando el iceberg se interpuso en nuestro camino, el barco que lo petaba, se partió en dos. La locura por sobrevivir y no ahogarse se instaló en la masa. Pero en medio del caos, un iluminado en plena meditación comenzó a caminar sobre el agua, y mirando al cielo masculló algo en arameo y toda la tripulación podía andar sobre el océano. Flotaban era un milagro. Nadie falleció. Jack y Rose abrazados se besaron con pasión y ya nada ni nadie los separó. Esto es otra cosa, ahora sí, The end.
Mi ocurrencia para El Bic naranja: los viernes creativos. Nos proponen cambiar el final de una película.
ResponderEliminarEse sí es un final titánico, bravo!!!
ResponderEliminarJaja, ahí le has dado, muy bien hilado el comentario. A ver cuando escribes, porque creo que disfrutaremos leyéndote. Besitos, Alicia.
Eliminar¡Toma! Fueron felices y comieron perdices. Final al estilo de la Mitología Griega.
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