Larga vida a la Inocencia.
Creo que la vida siempre ha sido así,
pero miento,
una vez fui pequeño,
jugué con el flamante futbolín,
bailé aquella peonza,
boté y pateé mi balón multicolor,
rodé sobre los patines de hierro
previos dolorosos culetazos,
pegué los cromos de "Vida y Color".
¡Qué chasco!
cuando aquel diciembre,
su hermano mayor le dijo a mi amigo, y pude escuchar:
¡Los reyes magos son los padres!
... ¡ay mi hermanito tan inocente!
La ilusión y magia de Oriente,
y parte de mi inocencia... allí murieron.
Pero la vida no siempre ha sido así,
hubo inocente felicidad.
Ojalá la inocencia fuera inmortal.
Autor del poema: Pablo Cavero García.
Canto a la inocencia, a creer en los reyes magos, en aquellos juguetes inolvidables. Al golpe grabado en tu mente cuando descubres la realidad sobre los magos de oriente.
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