Muerta en vida.
El otro, hombre o mujer, siempre muerto en la batalla de la dignidad humana. Como Yasira muerta en vida. Su marido y sus padres sucumbieron a las bombas, que destruyeron su casa. Su hijo mayor reclutado y sin noticias. El menor con 16, cruzó el Mediterráneo huyendo del horror, como ella intenta ahora en esa pequeña embarcación, siente frío húmedo, hambre ... pero allí no le quedaba nada.
Maldice a los causantes de las guerras que arrebatan la vida a tanta gente pacífica, y también la quitan a los que sobreviven sin ganas. Ella sólo resucitará si encuentra vivo a alguno de sus hijos.
emociona
ResponderEliminarrelato para la radio, la Ser, relatos semanales. Pequeño homenaje a refugiados y madres rotas.
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