Mirlo
blanco
La
primera vez que cruzo el charco. Estoy en la sala de embarque destino Nueva
York. Frente a mí, a escasos tres metros, se sienta una mujer explosiva, de las
que no pasan desapercibidas. Me obsequia una sonrisa. El vestido corto y su
movimiento de piernas me desvelan su ropa interior muy sexy. Ruborizado desvío
la mirada pero aquella prenda me cautiva.
Ella acaba sentándose a mi lado, aún no embarcamos. En la charla dice que me
encuentra interesante y atractivo. Yo atónito, no dejo de mirar su escote. Me
confiesa al oído que es actriz de cine erótico. En el avión intercambia su
asiento para sentarse junto a mí. Tapados bajo las mantas comienzan unas turbulencias
anatómicas culminadas en el aseo en varias ocasiones. Aterrizamos a este lado
del charco entre suspiros. Por delante una semana prometedora de sexo salvaje.
En el control de seguridad un policía me fotografía de frente y de perfil.
Varón caucásico seis pies de altura. En mi mochila han encontrado una sustancia
blanca. Por primera vez me siento un hombre objeto.
Con este relato he participado en la página ENTC(Esta noche te cuento) tema en blanco num. 68. Sin suerte en los seleccionados ni mencionados.
ResponderEliminarPues a mi me ha gustado
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