Desafiando
a Molière
Aquí
estamos estrenando obra, desafiantes a la superstición de la mala suerte del
amarillo, subidos al escenario de este viejo teatro. La máquina de mutación un
tanto chapucera, muy adecuada para la comedia, nos ha dejado de esta guisa. No apreciamos
que los dibujos y juguetes de mi hija rodaban por allí. Jaulas de canarios, jirafas,
coches destartalados, fichas y dados del parchís y la oca de su color favorito.
De momento el público ríe y aplaude. No sigo contando para no destripar el
desenlace. Esperemos contarlo dentro de unos días. Y no correr la misma suerte
de Molière.
Mi disparate escrito sobre la imagen, para la página El Bic Naranja: viernes creativos.
ResponderEliminarDesde luego no se puede negar la creatividad que tiene esta historia.
ResponderEliminarMuy buena.