(Micropoema Finalista)
Sentado en la orilla de basalto
respiro la quietud del glaciar
mi alma flota como el iceberg.
respiro la quietud del glaciar
mi alma flota como el iceberg.
COMENTARIO
DEL POETA JOAQUÍN PÉREZ AZAÚSTRE
La originalidad del poema potencia su amplia capacidad de
sugerencia, con matices existenciales bien perfilados, como una puerta
entreabierta en la lectura. Bueno.
Contemplo bajo la umbría del drago
el aleteo pacífico del colibrí
en la quietud de la solana.
el aleteo pacífico del colibrí
en la quietud de la solana.
COMENTARIO DEL POETA
La sensación tan bien transmitida del tercer verso ya está
presente en el planteamiento inicial del poema. La evocación paisajística nos
sumerge en esa sencilla serenidad.
Mi esencia huye de la rutina impostada
del estrés erudito
con la parsimonia del caracol.
del estrés erudito
con la parsimonia del caracol.
COMENTARIO DEL POETA
Exposición intimista de un
estado de ánimo, con una envoltura que se va cerrando sobre sí misma hasta ese
“estrés erudito” -¿extrañeza de vivir?- antes de un final que con su imagen
elocuente, de alguna manera, da sentido a todo el poema y a su planteamiento.
A la
deriva
zozobra
mi alma de velero
en
el mar de la tranquilidad.
Caricias
de brisa ociosa
acunan
espigas neonatas
con
la calma del caracol nublado.
Mastico
un mar sin olas
las
gaviotas callan
tu
playa sosiega mi deriva.
Sorbo
amapolas de algodón
en
la quietud del valle apócrifo
dónde
dormiste mis sueños.
Mi alma se desliza entre musgos
con rumbo sosegado
en el arroyo de mi vida.
Hadas
de cristal me susurran versos
en
la quietud de la alborada
sueño
tu piel de azahar.
Aléjate
de los pedúnculos de la ira
deserta
de la batalla
rastrea
senderos de concordia.
Bebo
la sombra de tu naranjo
en
mi ansia de sosiego
la
umbría de tu piel calma mi sed.
Leones
de azahar me susurran silencio
fuentes
nazaríes me otorgan asueto
el
castillo rojo sosiega mi alma.
Abrazados en la duna de jazmín
aguardamos calmos la primera claridad
nuestros sueños cómplices mariposean.
Noches
de placidez y jaimas
besos
de jengibre
romerías
al oasis de tu piel.
Los perfumes de tu pasado andalusí
el sosiego de tus aguas pelirrojas
mi paz en tus jardines nazaríes.
Aromas de tu leyenda andalusí
sosiego de aguas pelirrojas
mi paz fantasea cuentos nazaríes.
La aurora boreal acuna los fiordos
en sosegadas noches mágicas
donde las perseidas cabalgan fugaces.
Brisas celestinas inspiran a grillos trovadores
en la hipnosis de Morfeo
tus arrumacos me serenan.
Micropoemas para cuenta#140 El Cultural. El primero pasó a los 20 finalistas.
ResponderEliminarQué difícil, me parece, escribir poesía; me cuesta mucho conectar con lo que el poeta quiere transmitir, mi admiración para el que los escribe y para el que los sabe interpretar.
ResponderEliminarLa poesía, al menos para mí, es muy subjetiva. El lector debe dejarse llevar por los sentimientos que le inspire. A veces no te dice nada, a mí me pasa cuando leo algunas.
EliminarLos perfumes...
ResponderEliminar... nazaríes. La belleza de este poema me ha traído el recuerdo de los jardines de La Alhambra.
Estos micropoemas que puse de la Alhambra, son parte de un poema que escribí cuando volví de Granada.
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