PARED
INHUMANA
Me acerqué
y una voz con acento andaluz me avisó: “Manué, no te arrime a la paré que te va
a llenar de cal”. Me quedé acojonado, una pared me hablaba, y ella cantó la
canción. Después entablamos una larga conversación y me cotilleó sobre un pariente
lejano que está harto de lamentos, otro fue la estrella de la guerra fría… a
cada rato me contaba chistes al hilo de sus historias. Yo no podía contener la
risa, por momentos la carcajada. Me contagió la alegría de tal modo que me quedé a
vivir con ella. Desde entonces, mi fama de soso terminó y las aceras me dicen: “Qué
salao ere, quillo”.
Mi ocurrencia sobre la foto para El Bic naranja: Miércoles de cuarentena.
ResponderEliminarQué bien te inspiró la pared para sacar esta historia y confirmar que si las paredes hablaran otro gallo nos cantaría.
ResponderEliminarMuy bien Pablo.
Ayyy si hablaran, jajaja. Gracias, Alicia. Besitos
Eliminar