NIÑAS
HIPPIES
Esta
foto y otras que nos hacía nuestra madrastra, junto al testimonio de varias
personas, ayudaron al juez a quitarle la custodia y mandarla a prisión. Terminó
con la explotación que hacía de nuestra gracia para posar y actuar como niñas
hippies, rebeldes, jugando a ser estrellas del cine y la canción. Años sin
acudir al colegio, de maltratos y lloros recordando a mamá y a papá. Dedicadas
a castings de publicidad, papeles en películas. Se embolsó mucho dinero. Ahora
nos encontraron a un matrimonio, que no podía tener hijos. Estamos aprendiendo
cosas atrasadas en el colegio y en casa, porque ellos son profesores. Me gusta
cómo nos miramos los cinco y aún me gusta más cómo nos abrazamos, acariciamos y
besamos. Volvemos a ser, familia.
Mi ocurrencia para los viernes creativos de El Bic Naranja.
ResponderEliminarMe has transmitido mucha pena y rabia, supongo que ese era tu propósito. El final me hace reconciliarme con el ser humano.
EliminarPadres o padrastros viles que trafican con la niñez. Y quería un final feliz, porque en estos días hay que tener optimismo y esperanza. Gracias, Alicia
EliminarEnternecedor. Y se abrazan.
ResponderEliminarJaja, final es de cuento ñoño, pero quería terminar con felicidad, por los momentos que vivimos. Gracias, Jesús, por seguir todos mis escritos y comentar muchos de ellos.
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