Detalles
Sí, soy su esposa,
contestó ella al notario. Cuando terminaron los papeleos, ella era la única
heredera de esa gran fortuna. La verdadera mujer estaba amordazada en un
sótano. La impresión 3D era increíble, parecía real. La androide era un calco
perfecto. Hasta su voz coincidía. Para el siguiente timo, sólo faltaban unas
lágrimas en el entierro. Pequeños detalles a mejorar.
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