Compra
compulsiva
En la puerta de Mercadona, escuché a dos octogenarios con
acento de pueblo.
—Hoy voy a hacer más paradas que un entierro de primera.
—Mientras no seas el que va en la caja, le respondió el
otro.
Compré medio kilo de jamón ibérico y un whisky caro.
Celebré seguir vivo.
Relato para un concurso con 50 palabras justas. La frase en efecto la escuché a un abuelete en la puerta del Mercadona.
ResponderEliminarLa edad no perdona
ResponderEliminarCARPE DIEM