Seísmos y réplicas
Cuando llegué estaban poniendo la mesa para cenar. Yo era
como de la familia. Me fui hacia ella y la besé en la boca con pasión. Les
informé que además de mi mejor amiga, era mi pareja y amante. Su madre asentía
con una sonrisa. Sin embargo su padre se puso pálido y acabó desplomado.
Afortunadamente le reanimamos. Tras ese terremoto emocional, y cuando todos
brindaban por nosotras, sonó el timbre. Su abuelo abrió raudo y presentó a aquella
joven mulata como el amor de su vida. El padre acabó infartado, pero en el
hospital superó la réplica. En urgencias reunida la familia ampliada, tomamos
las uvas.
Microrrelato enviado a REC (Relatos en cadena) de la cadena SER. frase fija de inicio: "Cuando llegué estaban poniendo la mesa para cenar".
ResponderEliminarVaya soponcios se llevó el padre!! muy divertido y ocurrente el relato. Me hizo sonreir todo el rato
ResponderEliminarMe alegro sacar sonrisas. Gracias Alicia
EliminarEse nuevo año promete ser interesante en esta familia, como lo es tu relato. Un abrazo, Pablo
ResponderEliminarSí, vivir ahí sería divertido y sorprendente. Gracias por tus comentarios Ángel.
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