Fobias

Fobias

No podía dejar de llorar de risa, intentaba contarle a mi acompañante al otro lado del pasillo del avión el trance que ocurría tres filas detrás de ella, a cada palabra la risa tonta incontrolable me interrumpía. El avión entró en la pista de despegue y un pasajero llamó a la azafata: “Por favor, es urgente no puedo aguantar, he comido un helado y me ha sentado mal”. Parece que no llegó a tiempo. La azafata siguiendo sus instrucciones sacó un pantalón de una maleta. El asunto se repitió en el aterrizaje. Yo no podía contener la carcajada. La aerofobia produce reacciones variopintas.