Nueve
semanas y media
Aún
le quedan ganas de bailar. Cada noche cuando regresa del trabajo suelta las
llaves y pulsa el interruptor que lanza esa banda sonora a sus tímpanos, esa
que desata su cuerpo al ritmo de la música. A ella siempre le ha gustado imitar
a Kim Basinger, ese video lo ha visto cientos de veces. Comienza a desvestirse
poco a poco, insinuante, contoneando sus caderas, sus hombros, acercándose y
jugando con la persiana, dejando caer prenda a prenda, despacio con el balanceo
de la melodía. Seduciendo a un hipotético amor que la estuviera contemplando
allí en su ventana. Girando con su lencería sexy. Hasta quedar sin ella con los
últimas notas. Y así le gusta cenar desnuda, libre. Al otro lado de calle desde
las ventanas a oscuras del internado, una veintena de adolescentes llevan nueve
semanas y media citados con una musa y la libido revolucionada.
Relato que aporté a El bic naranja viernes creativos página de Facebook.
ResponderEliminar