Filosofía gatuna
Estoy
preparando mi clase de mañana, soy profesor de filosofía gatuna en la
universidad minina, digamos como la Harvard para los humanos. De noche dicen
que todos los gatos somos pardos, ¡tururú!. De ese dicho hice mi tesis doctoral
y un best seller. En las noches que no hay luna llena, (porque en ésas me
transformo aleatoriamente en vampiro u hombre lobo), reflexiono y medito sobre
mis clases. La de mañana basada en mi próximo libro, donde desmitifico grandes
memeces de la jerga humana sobre nosotros los gatos, como lo de las siete
vidas, buscar tres pies, poner el cascabel, que si con guantes no cazamos
ratones, llevarse el gato al agua, o dar gato por liebre. ¡Vaya filosofía
barata! la humana, en fin Serafín…
Foto de Gabriel Guerrero Caroca.
Mi ocurrencia sobre la foto del gato, para los viernes creativos de El bic naranja.
ResponderEliminarMe encantan los gatos. Y más si son madrileños. Ellos acogen sin distinción de razas o clases sociales a cuantas personas vienen a la capital. La única ciudad de España donde no hay tufo pueblerino.
ResponderEliminarun abrazo
Gracias Paco, por leer y comentar. Un abrazo
EliminarEs preferible ser un gato intelectual y transformista que ser gato triste y azul. ¡Dónde va a parar!.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho.
"Pachasco"... Me alegro que te guste, Alicia. Besitos
EliminarQué bueno y que felino es este relato. Me pregunto si no será Searafín el gato de Schrödinger.
ResponderEliminarOtra de mis locuras y disparates, jeje. Gracias, Jesús
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