Reincidente
Empezó a llorar cuando la claridad del alba cerraba el
telón del plenilunio. Ése que le convierte contra su voluntad en una bestia, en
un licántropo con hambre humana. Miradas, sonrisas, palabras y aficiones
compartidas, caricias, besos y pasión. Y cada cuatro semanas el ciclo se repite.
Desde el acantilado atisba la salida del círculo atroz.
Microrrelato para REC (Relatos en cadena) para radio cadena SER. Frase fija de inicio: "Empezó a llorar..."
ResponderEliminarConvertirse en un monstruo dañino sin desearlo debe ser una condena terrible, con el agravante de las consecuencias nefastas para los demás. El final que ha planeado para que termine ese ciclo maldito es el más drástico posible, pero comprendemos al personaje.
ResponderEliminarBuen relato, Pablo.
Un abrazo
Dañar a seres queridos y no poder controlarlo. Gracias por tus comentarios tan certeros. Un abrazo, Ángel.
Eliminar¿Tendrá el valor o la inconsciencia suficiente como para hacer del acantilado su última morada?
ResponderEliminarUn final abierto.
Dejé un final sugerido aunque abierto. De una historia de daños incontrolados. Gracias Alicia por tus comentarios.
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