Rebelde
Sus
amenazas han llegado. Las que me hizo semanas atrás: “Esto no va a quedar así”.
Harta de que el precio que me pagaba por mis frutas y hortalizas no me
alcanzara ni para cubrir mis gastos. Decidí venderlos directamente en los
mercadillos y puerta a puerta. Esta madrugada vi su silueta prender mi huerto y
mi pequeño invernadero. La alargada sombra del tirano ha arruinado mis
esfuerzos, me ha rebozado en el fango consumista. Como el gigante déspota aplasta
a una hormiga que se rebela porque le roban su trabajo. Cuando se alejaba de
las llamas ha tropezado con la azada sujeta por mis brazos vengativos, ya no
explotará a más infelices.
Foto de Nicolás Bruno
Mi relato como aportación inspirada en la foto, para la página El Bic Naranja: viernes creativos.
ResponderEliminarUn tema muy de actualidad, se comprende el final sin piedad.
ResponderEliminarMuy bien Pablo
Nada, a saco con los tiranos, jaja. Gracias, Alicia
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