miércoles, 27 de noviembre de 2019

Horizonte roto


Horizonte roto

Aquel libro recogía algo más que una historia, un legado vital escrito para sus hijas. Narraba los años en los que ellas aún no habían nacido. El babi y cánticos recitando los ríos. El internado pleno de supervivencia, de profesores peculiares, de baloncesto y de amigos, huérfanos también, que perduran tras un puñado de décadas. El pueblo con los amores de verano. Aquel padre, y escritor en ciernes,  una vez recibida la noticia médica de que su páncreas le dejaba un horizonte a corto plazo, desechó aquellos bosquejos de novelas. Se centró en contar su historia. La paladearía con ellas. Por compartir sus sonrisas, volvería a hacerlo.

LA INTEGRIDAD PERSONAL. Microrrelatos 140 caracteres

LA INTEGRIDAD PERSONAL. Microrrelatos de 140 caracteres


Al llegar a casa, notó que la cajera le había devuelto medio euro de más, deshizo los cinco kilómetros para su reintegro.


Aquel abogado defensor cuando sabía que su cliente no era inocente, dejaba el caso. Se pasó a la fiscalía.


Declaró en contra de todos sus parientes mafiosos. Al salir, él fue la víctima y no hubo testigos.


Rechazó saber las preguntas del examen. Suspendió y se quedó sin vacaciones.


Sus compañeros le tildaban de tonto, nunca cogía de la empresa ni un bolígrafo ni un folio para sus hijos.


Reclamó el examen para bajar la nota. Su cinco no era justo, él había sacado un 4,9.


En la declaración de la renta bailó dos decimales. Hizo la complementaria por los 81céntimos.


Dios puso a prueba la fe de mi padre. ¿Qué integridad posee un padre que es capaz de matar a su hijo? Firmado: Isaac.


Con el nuevo presidente, los regalos de los proveedores a jefes y directivos, se sorteaban entre los trabajadores.


Cuando supo que su pseudónimo se había filtrado al jurado. Renunció al sustancioso premio.


martes, 26 de noviembre de 2019

Desafiando a Moliére


Desafiando a Molière


Aquí estamos estrenando obra, desafiantes a la superstición de la mala suerte del amarillo, subidos al escenario de este viejo teatro. La máquina de mutación un tanto chapucera, muy adecuada para la comedia, nos ha dejado de esta guisa. No apreciamos que los dibujos y juguetes de mi hija rodaban por allí. Jaulas de canarios, jirafas, coches destartalados, fichas y dados del parchís y la oca de su color favorito. De momento el público ríe y aplaude. No sigo contando para no destripar el desenlace. Esperemos contarlo dentro de unos días. Y no correr la misma suerte de Molière.


jueves, 21 de noviembre de 2019

Contrastes


Contrastes

Tenía miedo a pesar de que mi mamá me había asegurado que no me mordería. La ardilla bajó por el tronco muy despacio y cogió la bellota de mis dedos, luego nos hicimos amigas, le di cacahuetes y hasta le ofrecí un trozo de mi chocolatina. Yo las había visto en dibujos animados, pero en persona las ardillas me gustaron mucho más. No había comparación. Ella vivía en el bosque con el suelo y las ramas llenos de hojas de diferentes colores: marrones casi amarillos, otros tirando a rojos, marrones claros y oscuros. A lo lejos vi un cervatillo muy bonito. Y aquel hombre con ropa de parches verdes y marrones me hizo acordarme de mi gran tristeza cuando pasó lo de la madre de Bambi en la peli. También lo viví en persona, y tampoco fue igual.


https://estanochetecuento.com/contrastes-2/

lunes, 18 de noviembre de 2019

Reglas del juego


Reglas del juego

Antes de ver lo que Arturito, el repetidor, llevaba en su caja de compases, supe que ese premio sería mío. Mis compañeros trajeron cosas y bichos muy raros: una caracola, un alacrán, un tábano. Arturito junto a los compases portaba una cucaracha. Cuando saqué mi sorprendente objeto, el profesor de ciencias soltó un taco, me llevo al director y llamaron a mis padres. Yo no entendí tanto revuelo y que me castigaran. Y menos aún comprendía, que no me diesen el primer premio, porque con el ojo de cristal de mi tío, bien me lo merecía.

Chantaje inmaduro


Chantaje inmaduro

Antes de ver lo que Arturito, el repetidor, llevaba en su caja de compases, el profesor de dibujo desdobló la cuartilla que tenía sobre su mesa. Comprobó que nadie pudiera leerla. Frunció el ceño y se sobresaltó al comprobar que eran letras recortadas de periódico. Al leer el mensaje le apareció una sonrisa, que culminó en carcajada. El uso de la palabra “chivatazo” y  la petición de cromos y chocolatinas, no eran para menos.

Sabandijas


Sabandijas

Antes de ver lo que Arturito, el repetidor, llevaba en su caja de compases, aquel chico había requisado un bocadillo de chorizo a mi amigo Quique, y le dio un soplamocos. Aprovechaba su gran envergadura y que tenía tres años más que nosotros. Nos saqueaba las pagas. A un chivato le hacía la vida imposible. Sin querer, las raras aficiones de mi hermana pequeña consiguieron nuestra liberación. Cuando el abusón abrió la caja de Arturito, el ciempiés y la lombriz le hicieron correr aterrado. Aquella sabandija no volvió a molestarnos. Y yo comencé a ayudar a mi hermana en la captura y el cuidado de bichos raros.

viernes, 15 de noviembre de 2019

Escapadas


Escapadas

Las mariposas despegan del cuadro que ella pintó. Arrastran su propio sol incipiente. Surcan la habitación. Cuando se posan sobre la octogenaria la trasportan a momentos coleccionados en sus cuadernos de viajes que no hizo, que imaginó. Ella jamás salió de su pueblo, pero su mente viajó por cada rincón del planeta. Hoy rebelde y despojada de su kimono de geisha, esa joven quiere escapar: de compañías impuestas, de alas rotas, de amores contratados. Y vuela libre como las mariposas con sus luces para escapar de tantas y tantas sombras.



 Ilustración de Daniela Gallego.


jueves, 14 de noviembre de 2019

Sujetadores


Sujetadores


Jipi y libre, así me sentía. Sin sujetador para que mis pechos no estuvieran oprimidos, con libertad de movimiento. Aquellos veranos ibicencos entre artesanos. Puestas de sol cantando a Joan Báez con sonido de guitarras, alrededor de hogueras, mezclando alcohol y hierbas. Noches de caricias y amor libre. Recuerdos que afloran ahora en mis largas estancias en el hospital, en mis carreras con el lazo rosa. Y sobre todo cuando me coloco este sujetador especial.

EL PASAJERO. Microrrelatos de 140 caracteres

Tema: EL PASAJERO. Microrrelatos de 140 caracteres


La abuela octogenaria monta en la bici estática, mientras ve los videos de su nieto recorriendo Europa.

Fue pasajero de: helicóptero, coche de bomberos, ambulancia. Aquel tiovivo era una delicia para un culo inquieto.

El cambio climático se aceleró tanto, que cuando viajó a la Antártida y Groenlandia, no halló ni rastro de hielo.

Cuando el pasajero del transiberiano llegó al sitio más frío de Rusia, la temperatura era similar a la de Teruel.

A muchos pasajeros ese trayecto les costaba todos sus ahorros y a veces su vida, escapaban de la guerra y de la miseria.

Viajo en el Orient Express, cuando me miro al espejo, el del otro lado lleva un bigote inconfundible.

Probaba la honradez de los taxistas abandonando un maletín con billetes muy bien falsificados por si no los devolvían.

Disfrazado de seguridad del metro, requisaba cada sábado el alcohol a los pasajeros de botellón, y ahorraba en su bar de copas.                             

Abandona maletines con billetes bien falsificados en los taxis, a quien lo devuelve le ofrece un cargo en el sindicato.

Aquel pasajero con el metro tan lleno, empezó a rozar a la joven. Ella se giró y vació el spray pimienta en sus ojos.

El jubilado pasa todo el día en la línea circular del metro a base de bocadillos. Su diario de anécdotas y personajes ha triunfado.





martes, 12 de noviembre de 2019

Prejuicios


Prejuicios

Con su gato Mishi, que no participó en el concurso, contemplaron como esa vieja ricachona y su minino volvían a ganar el certamen como los tres años anteriores. Se rumoreaba que a cambio de cheques de cinco cifras. Como no tenía familia ninguna malgastaba su fortuna. El felino era su única compañía. Estaba rabiosa, no era justo. Se dirigió hacia ella dispuesta a cantarle las cuarenta. Al abordarla se quedó inmóvil, enmudeció. Aquel perfume era, sin duda, el de la benefactora del orfanato, la que venía enmascarada con peluca, gafas oscuras y fular. Le dio un abrazo de huérfana.

Artificios


Artificios
Con su gato Mishi, que no participó en aquel concurso. Ambos eran los únicos distintos en aquella convención de robots. Ellos eran reliquias naturales. Él siempre se negó a toda mutación o alteración. Lo mismo que para su felino. Tras aquel panorama, se alegraba de que fueran auténticos museos andantes. Los dos ya habían consumido más de seis vidas. Cuando esa mañana escuchó su maullido metálico, se resignó.

EL COGOLLO: Microrrelatos de 140 caracteres


EL COGOLLO. Microrrelatos de 140 caracteres

Organizaba un concurso literario, y de los mejores que no premiaba, sacaba el cogollo de sus novelas superventas.


Las creaciones más insólitas de artistas y escritores, salieron de sus reuniones clandestinas de tormentas de ideas.


La élite de los empresarios y banqueros visitaban su yate, ella controlaba el meollo de la nación.


En la basura de su rival, encontraba hojas arrugadas desechadas que él convertía con retoques en poemas magistrales.


Cuando acordaron el meollo de gobernar, se les había terminado la legislatura.


lunes, 4 de noviembre de 2019

Paradojas


Paradojas

No es cierto que tengan siete vidas. El antenista del pueblo, al que apodan “el gato”, lleva quince caídas graves desde los tejados. La última desde el tejado de la iglesia. La semana pasada salió del coma. Los médicos no se lo explican. Es un caso insólito. Politraumatismos de cráneo y órganos vitales seriamente dañados.  Y siempre sale vivito y coleando. Ayer cuando bebió agua del botijo, con su costumbre de beber por la boca y no por el pitorro, tragó una avispa y le picó en la garganta. Ahí terminó su vitola de inmortal. Paradojas de la vida.

Enseñanzas placenteras


Enseñanzas placenteras
“No es cierto que tengan siete vidas, es una manera de hablar para expresar algunas cualidades de los gatos”, les explica el profesor de lengua a sus inesperados alumnos llegados del planeta AlfaRandom. Mientras le llevan a su planeta. Ellos no mueren. Poseen infinitas vidas. Son asexuados. No tienen sentimientos. En la nave también va la monitora de yoga. Les pillaron in fraganti en su primer encuentro sexual. Los alfarandomianos quieren que todos los habitantes de su planeta, contemplen las relaciones sexuales de los terrícolas. El profesor, tras años de abstinencia en su ya extinta relación matrimonial, les ilustrará que sarna con gusto no pica.

LAS MATEMÁTICAS microrrelatos de 140 caracteres

Tema: LAS MATEMÁTICAS microrrelatos de 140 caracteres


Cuando aprendió probabilidad, entendió las ínfimas posibilidades de ganar la lotería. Decidió corromper políticos.


Los demás profesores con un par de jamones de jabugo le aprobarán, el de matemáticas exige cuatro dígitos.
  

El día que su profesora de matemáticas, con ese escote tan sensual, explicó los senos, pasó de amor platónico a mito erótico.


Su padre le trajo de Nueva York la primera calculadora con funciones, antes de entrar al examen se la habían sustraído.


Cuando por quinta vez consecutiva era presidente de la mesa electoral, sospecho de las variables aleatorias.


Harto de cábalas tras suspender matemáticas, dejaba los exámenes en blanco. Era más fácil poner un uno delante en las notas.


En clase de mates, trapecio le transportó al circo, cuadrilátero al combate de boxeo, con coordenadas viajó por todo el planeta.


Su interés por las mates era nulo, hasta que llegó la nueva profesora de matemáticas. Entonces le pidió clases particulares.


Cuando en clase de mates aprendió los porcentajes de descuento, sedujo al dependiente para tener rebajas todo el año.


Se asocia con el empollón y conmutan los exámenes, cada día saco más rédito a las propiedades matemáticas.


Cuando la calculadora daba al momento la raíz cuadrada y el logaritmo, el profesor perdió la motivación para enseñarlos.


Cuando al cero le llamaron “conjunto vacío”, pensó que los filósofos vencían a los matemáticos. Y se quedó en blanco.


No fue a la escuela porque había guerra, pero con “la cuenta de la vieja” controlaba el racionamiento al dedillo.


La limpiadora dejaba un acertijo matemático en la pizarra. La intriga hizo a los alumnos adictos a las matemáticas.


La profesora explicaba la media y la moda, aquello inspiró al alumno una solución viral para su tutorial.


A los problemas matemáticos les encontraba solución siempre, otra cosa eran los suyos personales.


Le chiflaban los desafíos matemáticos. Odiaba los desafíos, insultos y golpes que le propinaban en el camino a casa.