TEMA: EL TABACO.
FINALISTA
La
mujer encontró una colilla manchada de carmín, fue al dormitorio y encontró a
su marido travestido y maquillado.
COMENTARIO
DEL JUEZ: Divertido final, por sorprendente, en
el que lo que parece un adulterio resulta ser el desvelamiento insólito de la
oculta personalidad del marido
Tras
cada consulta el neumólogo acompañaba al paciente a la salida y encendía un
cigarro.
COMENTARIO
DEL JUEZ: La rutina de un neumólogo que también es víctima del vicio. Irónico.
Le
hizo una voluta de humo en forma de corazón, la camarera les fue susurrando que
lo intentaba con todas.
COMENTARIO
DEL JUEZ: La camarera boicotea el número de seducción del hábil fumador. Divertido.
Compraba
tabaco dos veces al día para verla, la estanquera quedó seducida cuando supo
que él no fumaba.
COMENTARIO
DEL JUEZ: Interesante la idea de que el encuentro con la estanquera no sea para
buscar tabaco.
Bajó
a por tabaco y se fugó con el estanquero. Ese día él dejo el tabaco.
COMENTARIO
DEL JUEZ: Dejar de fumar como una forma de venganza o de despecho. Divertido.
Ajos
y chicles no impedían a su madre detectar que el adolescente había fumado. La
idea del orujo fue peor.
Ella
fumaba dos cajetillas al día. Él no remediaba su halitosis. Nunca se besaban.
Cuando
la chica le dijo que no la besaría con ese aliento de tabaco, intentó besar a
otra fumadora y recibió un guantazo.
Cuando
su hijo empezó a salir con la estanquera, la madre entendió porqué le compraba
cigarros sueltos y no cartones.
Hoy
la mujer halla escondida en el jardín una tercera marca de tabaco, su hijo
quinceañero se suma al padre y al abuelo.
Los
adolescentes del internado se peleaban por las pavas de los cigarros de
profesores y cuidadores.
El
mendigo fumaba todas las pavas de los ceniceros hasta la boquilla, que sujetaba
con palillos para no quemarse.
Cuando
el crío rechazó sus besos, el abuelo con cáncer de pulmón y el padre infartado,
dejaron de raíz el tabaco.
Tras
prohibir fumar en locales, ya no tenía que ducharse y lavar la ropa cuando
salía a las discotecas.
Cada
uno de Enero dejaba de fumar, el seis cuando sus hijos no recibían reyes, se
enganchaba de nuevo.
Al
retirarse el deportista empezó a fumar luego a beber y drogarse. Ahora duerme
entre cartones y busca colillas.
El
joven en la facultad pedía tabaco y fumaba de gorra. Cuando le calaron y le
contestaban que comprara, lo dejó.
Fumaba
en verano para ligar con las chicas, el resto del año en el internado no cataba
ni uno.
Hizo
fumar al chimpancé, le llevó al circo. Aquellas volutas de humo como anillos que
llegaban al público, fueron una mina.
Tras
semanas secuestrado lanzando desde la ventana volutas de humo pidiendo socorro,
el mudo logró que le liberasen.
Le
puso un petardo en el cigarro al vecino nuevo, que era un sicario. Fue su
última broma.
La
hermana mayor le pilló fumando, él descubrió que ella tomaba la pastilla del
día después. Ambos callarían.
El
asesor exhalaba caladas seguidas con tres cigarros, le ordenaron que preparase
una cortina de humo.