viernes, 24 de marzo de 2017

Búnker musical

Búnker musical.

Se asomó sola por la escotilla para ver amanecer la paz del nuevo día, tras esa interminable noche de sirenas y bombas en aquel refugio gris. La ansiada voz de la radio anunció la tregua, liberó la desazón de Irenka, que arrebujaba a su pequeño con su cuerpo.  Él se sentía protegido y a salvo en el cobijo de su madre. Allí dentro para neutralizar los sonidos aterradores, en los inocentes tímpanos de aquellos niños, sonaron a todo volumen los violines primaverales de Vivaldi, los pianos mágicos de Mozart, e himnos alegres de Beethoven. Con Strauss y su marcha llegaron las  palmas... y la calma.

2 comentarios: