lunes, 25 de septiembre de 2017

Pócima espiritosa

Pócima espiritosa.

Desde el día que murió ahogada una criatura inocente en la playa de aquella isla griega, ese joven socorrista buceó a la velocidad de un delfín hasta las sombrías aguas del inframundo. Buscó a Hades con desesperación. Pagó al viejo barquero y engatusó al baboso perro de tres cabezas, a ambos con la pócima inmortal, en realidad una mezcla de cerveza y absenta. Se ganó la simpatía del dios del reino de los muertos, que le permitió salvar vidas de inocentes a cambio de su eterno puesto de socorrista en la Laguna Estigia y del secreto de aquel delicioso elixir espiritoso.

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