Catalepsias celestiales
Cojo
tu mano y salimos corriendo, todo está planeado para escapar de la sala de
autopsias en la morgue, donde quedan nuestros supuestos cadáveres. La agencia
de inteligencia nos traslada a esa isla de las antípodas, en secreto y con
nuestras nuevas identidades. Estar en el sitio equivocado y ser testigos
accidentales del crimen del presidente se había convertido en una auténtica
pesadilla. Y todo por un momento de lujuria incontrolada entre dos monjas.
Mi ocurrencia para Relatos en cadena de la SER.
ResponderEliminarEres fantástico Pablo, tu sentido del humor es tremendo
ResponderEliminarun abrazo
Gracias, Paco. Un abrazo, cuídate.
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