TEMA: LA PUBLICIDAD.
El
cuerpo anónimo del cura con aquel sugerente slip del cartel publicitario había
sufragado la reforma de la parroquia.
COMENTARIO
DEL JUEZ: Una foto del sacerdote ligero de ropa sirve para captar fondos para
la iglesia. Irónico.
El famoso publicista mantenía en secreto que las fuentes de
sus geniales eslóganes eran las conversaciones en las tascas de los barrios.
COMENTARIO
DEL JUEZ: La inspiración llega donde menos se
espera. Irónico.
Las
ocurrencias de la hija del publicista han dado fama al padre.
COMENTARIO
DEL JUEZ: Parecido al de las tascas de barrio, pero con la hija.
En
la homilía metía cuñas publicitarias de los dulces del convento, al acabar la
misa los vendían como rosquillas.
Era
la cara visible de la publicidad de las criptomonedas. Él tenía todo su dinero
debajo del colchón.
Los
sex shops incrementaron su publicidad oculta en monasterios y conventos. Las
ventas se triplicaron.
Cuando
el niño terminó de ver el extenso catálogo de juguetes, era el siete de enero.
El
jubilado retiraba de todos los buzones del barrio los catálogos del
supermercado, vendía papel y conseguía las ofertas.
Desde que la despidió
cada semana ponía un anuncio: “Masajes a domicilio. Precio a convenir”, con el
teléfono de su jefa.
Ya
no soportaba las películas completas, se había enganchado a ver los trailers.
Tenía la casa llena de artículos
de la Teletienda que usaba unicamente el primer día.
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