miércoles, 10 de julio de 2019

SOS

SOS
Nunca me había bañado en una piscina y tampoco sabía nadar. Caminaba por donde no me cubría pero de pronto el escalón traicionero hizo que dejara de hacer pie, el agua era más alta que yo, noté que me ahogaba. Hasta que alguien me sostuvo a flote y en volandas me sacaron del agua. Ella me hizo el boca a boca y me salvó la vida. Eclipsado con sus ojos turquesa tan cercanos y su sonrisa, traté de agradecerle su hazaña. Cada día de ese verano nos citábamos en la piscina y me enseño a nadar. Yo le recordaba los días y las horas exactas de mi nueva vida. Al tercero me besó y al cuarto me practicó el boca a boca sin ahogamiento y sin prisa.
El mismo día que hacía un año de mi renacimiento comenzamos el curso de socorrismo. Coincidiendo con el segundo aniversario nos vinimos voluntarios a las islas griegas para ayudar a los que huían del otro lado del mar. Hoy se cumplen tres años de mi torpeza, mi socorrista particular está con contracciones gritando socorro acompañado de diversos tacos y yo no paro de hacerle el boca a boca.

No hay comentarios:

Publicar un comentario