viernes, 30 de agosto de 2019

Micropoemas tema: Huir del verano

(FINALISTA Y CASI GANADOR)
Los bosques huyen
de lenguas de fuego forajidas
como oasis de pulmones oxidados.
La singularidad de los dos versos últimos se genera en el sencillo y sugerente comienzo.
Desde esa huida inicial nos vamos acercando a esas “lenguas de fuego forajidas” del lenguaje que huye, de la propia expresión poética que escapa de un tiempo sin respiración, como vemos en la magnífica imagen final, corpórea y elocuente. 
(FINALISTA)
Despierta el pirómano
tose la cigarra
la savia muta en lava.
Contención expresiva para un poema con estructura y potencia de cerilla verbal. Bueno.

Toallas de calima y veranos disecados
flotan en el desván del olvido
mi corazón habita en glaciares.
Las imágenes resultan originales y el punto de giro final nos adentra en otra realidad.

El Pingüino sueña con soles caribeños
veranos en dunas de fragua
piel regada en aguas termales.
Sólo el comienzo ya es un poema con autonomía lírica y distanciamiento irónico que funciona bien. El resto de imágenes abrigan la sensación inicial con sobriedad elegante.
RESTO DE POEMAS
Galvana de huesos se arrastran
en siestas de canícula
anhelando el otoño.

La piel de cangrejo bárbaro 
grita auxilio al iceberg
lúpulos hielan gargantas.

Espetos playeros
sueñan ser musgo
en la umbría del hayedo.

El verano hiberna
en el desván del glaciar
cómo la lagartija sin escamas.

El verano sueña zambullidas
en lagos de icebergs
enamorado del invierno.
Senderos bajo solanas desérticas
se zambullen en sombras de umbría
de hayedos arco iris.
El lagarto se reboza
en dunas de barbacoa
sorbe helado de lava efervescente.
Llené de mar mi botijo
para ahogar mi sed de verano
en tierra de secarrales.
El grillo estornuda
la cigarra tirita témpanos
viaja el estio por las antípodas.
Botijos gandules
bajo la canícula caníbal
y pieles de tabasco.
Botijos de musgo
solana de siestas
tras encaladas paredes.
Bailes de tabasco
en fiestas de secano
noches de amores perseidos.

Bailes de tabasco
en acantilados de coral
adolescentes amores perseidos.
Buceo entre arrecifes de sirenas
donde perseida mía perdiste
tu chancla de cristal.
 
Bajo mi sombrilla canicular
sueño umbrías en hayedos
y veranos de sandías glaciares.
Siestas gandules
bajo mi parasol canicular
añorando amores veraniegos
Bajo mi bufanda de carámbanos
anhelo paladear helados
en tu boca de vainilla.
En el invierno austral envidioso
añoro tus besos de lúpulo
en nuestra hamaca de coral.
Carrusel de estaciones
esquivo tu calima caníbal
cabalgo gaucho al invierno austral.

Veranos de viajes oxidados
de iguanas sudorosas bajo sombrillas
álbum de botijos octogenarios.

Eras de trillas y botijos lagartos
mulas con sombreros de paja
mis veranos pueblerinos.

Veranos vintage de pueblo
con arroyos de secano cual playas
tinajas a modo de piscinas.
Campanas anuncian fuego
siestas en rastrojos sudorosos
tras el segar de hoces.
Álbum de veranos disecados
recordados con biznietos
desde el otoño de garrota.

Víscera de volcán
aire de meteorito bermellón
sólo quedan cenizas de verano.
Arden enamoradas perseidas de verano
en las playas de la luna
que no llegue el alba.

Descabalgo al estío
de mi tiovivo estacional
mi alma ya no quiere sudar.
Frailecillo de balsalto
hibernas entre fuego y hielo
surfeas estíos a lomos de icebergs.

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