viernes, 25 de octubre de 2019

Incienso


Incienso

En la sacristía los viernes, antes y después de los rezos, ese humo del incienso tan especial, nos relaja, nos pone la risa floja, parecemos flotar. Ese incienso milagroso que trajo Zabel de su viaje a Ámsterdam, ella decía que allí es muy común, sobre todo en los bares. Ahora aquí tenemos una gran plantación. Es una maravilla nos pone eufóricas, pierdes la noción del tiempo, pareces levitar. Ese incienso impregna todo el templo y es tan alucinante que a veces vemos luces mágicas, creemos sanar de alguna dolencia. Ay cuantos años estuvimos sin ti, incienso milagroso. Ahora ensayamos cantos y rezos cada día, enganchadas a nuestro incienso.

1 comentario:

  1. Mi aportación a El Bic Naranja: viernes creativos. Escribir algo sobre la foto de Santiago Fernández.

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