martes, 31 de enero de 2017

Fuga a la Toscana

Fuga a la Toscana.

Aterrizamos con la luz ocre del atardecer,
y cipreses, la Toscana qué impresión,
ya anochecido callejeamos y allí de bruces
la torre inclinada y majestuosa de marfil,
con el agradable sonido de violines,
nunca olvidaré esa estampa idílica,
y el césped acogiendo a su público,
nos sentamos ebrios de ternura,
recostada sobre mí,
con sonrisa de estar en el paraíso,
abrazándola, besándonos,
en aquel viaje ilusionante,
parecíamos quinceañeros fugados.


Autor del poema: Pablo Cavero García.

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