Confianza profunda.
Bucear en el lago que había al lado de la casa, era la última pieza del atraco tan milimétricamente concebido y ejecutado. Se sumerge enfundado en el neopreno y con la botella de aire comprimido, hasta el fondo a gran profundidad. Allí divisa el viejo baúl gracias a una potente linterna, pero ni rastro de los lingotes de oro. Había confiado excesivamente en su socio. Nota falta de aire e intuye que no alcanzará la superficie.
La confianza mató al ladrón....
ResponderEliminarExacto, debió desconfiar
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