Nuestra noche boreal.
Palpitamos en la noche polar,
contemplamos la mágica aurora boreal,
abrazamos almohadas cómplices,
cabalgamos estrellas fugaces,
compartimos tiernas perseidas,
inspiramos versos a grillos trovadores,
revelamos cariños a brisas celestinas,
afloramos arrumacos de enamorados,
esquivamos la hipnosis de Morfeo,
caricias... y nuestra noche boreal.
Este poema lo envié a un concurso y contiene algún verso que ya escribí en otros poemas anteriores.
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