viernes, 19 de enero de 2018

Hibernación voluntaria

Hibernación voluntaria.

Pestañeó dos veces para decir que sí, continuaba vivo tras meses en coma. A aquel ser se le atribuían peregrinas leyendas: extraterrestre, robot humanoide, mágico hechicero, descendiente de oso con genes de vampiro y marmota. En realidad hipnotizaba la totalidad de sus células, desde el cerebro a los músculos, enviándolas a esa inactividad placentera en el paraíso de los balnearios. Este letargo voluntario era su mecanismo de defensa para evitar que sajen sus sentimientos, harto de pellizcos en su alma con cada inocente padeciendo hambre, fríos inviernos y guerras e injusticias. Quizás perpetúe su próxima hibernación secreta durante un lustro o un siglo.

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