martes, 11 de septiembre de 2018

Contagio


El baúl de los juguetes está cada vez más vacío. Desde que el psicólogo en la terapia tras el despido le dijo que tenemos que aflorar el niño que llevamos dentro para ser felices, la casa está plagada de juguetes. Junto a la puerta el patinete para acudir a las entrevistas, el yo-yo y los puzzles invaden el sofá, canicas en el lavabo, indios acampan en la nevera. En la cama me retó al Trivial. Lo peor es que cuando se durmió me estudié las respuestas hasta el amanecer. Estoy enganchada y quiero ganarle. Hoy he solicitado jornada reducida. La niña que hay en mí me tiene esclavizada.

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