martes, 9 de abril de 2019

Padre previsible


Padre previsible

El nombre de mi hermana era primordial para mi familia y para mí. Primero el yate se llamó como ella, más tarde la cadena de restaurantes y al final el agua de colonia del imperio empresarial. Mi padre achacaba su inmensa fortuna en parte al nombre fetiche. Mi hermana disfrutaba de una lujosa vida. Por darle disgustos, yo quedé desheredada. Mi revancha comenzó al imaginar la palabra de acceso a la cuenta bancaria. Creció con la combinación de la caja fuerte, me resultó fácil, su fecha de nacimiento. Y culminó cuando, el dichoso Minerva, era la clave para cambiar el testamento.

2 comentarios: