jueves, 4 de abril de 2019

Paparazzi


Paparazzi

El último día de vacaciones respiraba por los hayedos, donde el musgo escapa de la polución. Sacudiendo mi estrés de becario. Ella me abordó con su sombrero cordobés, su melena rubia y su sonrisa misteriosa. Charlamos hasta la cascada. Le divertía mi ignorancia sobre las redes y la actualidad. Ella estuvo algo hermética. Sucumbió a sabores nuevos de migas y vino de pitarra. Con su efecto, me confesó que era una cantante acosada por la prensa. Me besó y me propuso irme con ella a la gira. Ya le contaré, un día de estos, que en realidad soy el paparazzi que vendió su toples.

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