TEMA: EL VERDE.
Todos los equipos perdían
en aquel campo de césped amarillo. La temporada siguiente cada estadio tenía un
color.
Comentario
del juez: Imaginativo relato sobre un insólito cambio de color de los terrenos
de juego. Tiempo al tiempo.
El escritor estaba tan
verde que el antagonista acabó matando al protagonista.
—Vaya “pinta” llevas— le
dicen la judía verde y la blanca, a su prima la estrafalaria de la familia.
Coloreó a caperucita de
verde y al increíble Hulk de rojo. La genética le sacaba de dudas sobre su
paternidad.
El verde le inspiraba en
su creatividad. Con el pipermín se dio a conocer, con la absenta se forró.
Señaló el helado de color
verde, sorpresa entre la menta o el pistacho. El gusto a guisantes le produjo
una arcada.
La niña despertó del coma
y al ver al médico de verde, le preguntó por Campanilla.
El primer televisor en
color del pueblo. Todo se veía con tonos verdosos porque era en blanco y negro
con filtro verde.
—A buenas horas mangas
rojas— le dijo al agente, tratando de hacerse el daltónico, tras saltarse el
semáforo.
La niña pregunta que si
las hojas del bosque son como camaleones, pasando de verdes a marrones.
Velada para pedirle
matrimonio, tras ingerir aquella Hada o Diablo verde, se lo estaba pidiendo a
la camarera.
Teñidas de verde y con
ambientador de pino, las ovejas se camuflaban del lobo. El pastor tampoco las
localizaba.
El lobo no veía ovejas
entre los pastos verdes, no sabía que ellas se mimetizaban con la nueva vacuna
de camaleón.
Acudió al mitin del
partido verde con pancartas del color del partido rival, el daltónico casi
sufrió un linchamiento.
En el diván confesaba su
trauma de ser una simple mezcla de azul y amarillo. Y que todos le ponían
verde.
El verso amoroso para
ligar que más se escucha en la huerta es: “Verde que te quiero verde”
Tras la cena romántica él
sacaría el anillo de esmeralda. Cuando vio el brócoli, huyó con excusa de una urgencia.
Durante un arrebato de
pasión le arrancó el tanga, pero el piercing de kryptonita todavía estaba allí.
Doble personalidad: claro
y oscuro. La psiquiatra distinguió infinitas más: esmeralda, manzana, pistacho,
menta, lima, botella…
Poco después de ver “Tomates
verdes fritos”, empezaron a desaparecer los maltratadores del barrio.
Él sólo conocía el verde
claro y oscuro. Ella le agobió mostrándole cien tonalidades inéditas: cian,
viridián, malaquita…
“Brotes verdes, a buenas
horas mangas ídem”, dijo el economista arruinado tras años de crisis
continuada.
Examen para saber si los
Erasmus están verdes. Pisó el verde y puso verde al viejo que verdeaba contando
chistes verdes.
Un aluvión de ideas verdes, todas buenas. Me han gustado mucho
ResponderEliminarMuy chulo e.imaginativo Pablo... me encanta el juego con los colores . Enhorabuena!
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