TEMA: LOS PERROS.
FINALISTA
La
niña preguntó a la dueña del dálmata que si tenía en casa los otros cien.
COMENTARIO
DEL JUEZ: Un comentario muy propio de los niños,
de ahí su gracia. Ellos, que son capaces de mezclar realidad y ficción, pasado
y futuro, como si fueran parte de lo mismo.
Abrieron
los regalos, a él le dieron un hueso de juguete. Los reyes del belén y el
roscón aparecieron mordisqueados.
COMENTARIO
DEL JUEZ: La venganza del can tras recibir un
regalo que no es comestible, con su contraproducente personificación como telón
de fondo. Cómico.
Pedía que le guardaran
los huesos del jamón para sus perros, el camarero conocía la cruda realidad.
COMENTARIO DEL JUEZ: La
falta de alimento personal se enmascara con el perro, porque la pobreza provoca
vergüenza en quien la padece. Interesante perspectiva.
Los perros adiestran a
humanos como lazarillos para canes ciegos.
COMENTARIO DEL JUEZ: Interesante
tentativa de un mundo al revés.
Cuando el perro
lazarillo, tras diez años de guía, se quedó ciego, ningún humano le hizo
compañía.
COMENTARIO DEL JUEZ: Es
evidente que no existe la ley de la reciprocidad entre el perro y el hombre.
Curioso punto de vista.
El hijo no entiende por qué
Pluto camina a cuatro patas y Goofy a dos. El padre tampoco y duda que sea un
perro.
COMENTARIO DEL JUEZ: Traumático
dilema que no sé si termina de ser un microrrelato, pero que es interesante.
¿Qué demonios era Goofy?
Por
unas jubilaciones dignas se manifestaron juntos cazadores, pastores y policías.
La convocatoria canina fue un éxito.
Para
ella era su mejor amigo, yo quería algo más. Vino su hermana, y con sus
caricias, sus besos me enamoré caninamente.
Scooby
Doo y Shaggy se pusieron en huelga porque no ganaban para cardiólogos.
Las
visitas alucinan cuando el perro maúlla y el gato ladra. Él mantiene en secreto
sus dotes de ventrílocuo.
Cuando
el perro sobrevivió a las jubilaciones de dos veterinarios, y cumplió los 30 años,
le llamaron “Matusalén”.
Puso
a su perro “Cancerbero”. Es una estrella mediática. Unas veces ruge, otras
ladra y las menos barrita.
Desde
que el sepulturero, apodado “Hades”, puso a su perro “Cancerbero”, el
cementerio está libre de frikis.
Las
ovejas negocian previamente sus comisiones con él, que siempre gana los
concursos de perros pastores.
El
sindicato de perros pastores denunció por intrusismo al cerdito Babe.
Al
mendigo le tocó un décimo que encontró en la basura. Creó un albergue para
indigentes y perros callejeros.
Ganó
un millón de euros en la lotería, viajó al Caribe, allí encontró a Curro que
era dueño del lujoso hotel.
Apedreó
a los chuchos mientras copulaban, éstos le persiguieron y le mordieron los
genitales. Le apodaron “El castrati”.
La
rabia se extinguió hace un siglo, y los perros son más numerosos que humanos y
robots juntos.
Se
le atribuye al apóstol Tomás el refrán: “A otro perro con ese hueso”.
Los
perros nunca se ponen a dieta, por si las pulgas.
Hacía mucho que no entraba en tu blog.
ResponderEliminarLlevo retraso para leer tus ocurrencias.
Las micro-historias perrunas son buenísimas. Me has sacado la sonrisa, gracias.