jueves, 5 de septiembre de 2019

Ascuas


Ascuas      
Mi hermana era de celebrar eventos en multitud. En su mayoría de edad me presentó a su mejor amiga, Sandra. Hubo química al instante. Aquella misma noche ambos aparcamos el lastre de la virginidad. Nadie en tanto gentío notó nuestra ausencia. Me fui a estudiar a otra ciudad. La relación se enfrió. Pasamos página. Cuando regresé otro amor ocupaba su almohada, ella y mi hermana eran pareja, emancipadas. Quedaba un rescoldo en mis entrañas. Ahora en cada evento que coincidimos, seguimos encontrando un rato de sexo furtivo. Mientras mis acompañantes son seducidas por mi hermana.    

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