domingo, 15 de septiembre de 2019

Confianza vendida

Confianza vendida
Sí esa era yo, me pintó pura, cuando aún confiaba en mi madrastra, que vendió mi ingenuidad pueril, ella misma me desnudaba y repetía que aquel artista me haría unos juegos que me iban a gustar. Ellos desdibujaron mi candidez, mi sonrisa virginal.

Luego en mis primeros atisbos de razón, me sentí sucia. Rapé mi pelo, decidí parecer un muchacho pícaro. Degollé como a un gorrino el pescuezo del pintor impotente y hui lejos con el dinero de mi avara madrastra. Ya no confío en nadie.




1 comentario:

  1. Mi relato en la primera ronda de la copa ENTC sobre el cuadro "Inocencia" de Pedro Sáenz.

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