jueves, 20 de febrero de 2020

EL APLAUSO. Microrrelatos de 140 caraceres

EL APLAUSO. Microrrelatos de 140 caracteres. Cuenta#140 El cultural


El músico callejero recibía muchos aplausos pero ninguna moneda.

Tercer local de apuestas que volaba el dinamitero. Los vecinos aplaudían. Los ludópatas apostaban para cuándo el siguiente.

“De merienda, fiambre”, bromeó el patólogo, el cadáver aplaudió y aterrados pararon la autopsia.

Mientras todos gritaban de miedo al ver a los extraterrestres, la niña aplaudiendo chilló: “E.T.”

“Me aplaudiría a mí mismo”, decía en voz alta y con cara de pena el capitán Garfio.

Todos los personajes aplaudieron al escritor, excepto el joven que murió en la segunda página camino de la orgía.

Aplaudían cada día a la camarera cuando sin anotar, les servía los diez tipos de café y desayunos distintos.

Miles de personas aclamaban a la concursante del “reality”. A la premio Nobel, le aplaudían quince.

Ovacionaron al comandante al tomar tierra. Gritaron de terror al ver que el aeropuerto estaba lleno de ovnis.

Aplaudió a rabiar hasta que se electrocutó. El mecánico de robots le prohibió ver dibujos animados.

Su novia aplaudió con sorna la explicación sobre aquel carmín y la pérdida del slip.

Las palmadas acompasadas “in crescendo” de los reclusos al alcaide, Brubaker, le arrancaron lágrimas primero y aplausos después.

 “Me he acostado con tu hermano”, dijo ella con cara compungida. “Actriz magistral cariño”, aplaudió él. Pero ella no actuaba.

Dejaron de aplaudir cuando el Joker comenzó a disparar sobre el público.

Se enfadó al ver un cartel de “aplausos”. Cada vez que lo levantaban, él silbaba. En el descanso lo expulsaron del plató del programa en directo.

El punto débil del hombre invisible era su instinto por aplaudir y entonces le atraparon.

Los aplausos al funcionario le irritaban, él necesita más pluses y menos palmaditas.

Todos aplaudían cuando la radio anunció el fin de la guerra. En su país, él añoraría a su enfermera y amor platónico.

El delantero aplaudió al árbitro, le costó la expulsión, pero a la par, su socio cobraba una fortuna de la apuesta.

Cuando los diputados del partido terminaron de aplaudir puestos en pie una idiotez, desde la grada del público, él grito: “Borregos”.

El escritor era un tirano con sus personajes, que aplaudieron cuando el hombre invisible salió del libro y le disparó.

Los alienígenas lo pensaban eliminar, pero al probar su menú aplaudieron y le montaron un restaurante en Marte.

Al abrir el cofre del tesoro, comprobó sorprendido que estaba vacío. Se irritó cuando escucho unos aplausos.

Tras cada milagro acallaba los incipientes aplausos de la multitud.

Famoso por sus aplausos efusivos y sus “bravos”, le invitaban a acudir gratis a teatros y monólogos.

La actriz debutante se quedó en blanco, el teatro de inmediato irrumpió en una enorme ovación.



7 comentarios:

  1. Mis ocurrencias sobre EL APLAUSO, en forma de microrrelatos de 140 caracteres, incluyendo espacios. Para cuenta#140 de El cultural.

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  2. Me ha encantado esto de los APLAUSOS, una vez más me tiene admirado tu ingenio y sobre todo la facilidad que tienes para describir multitud de situaciones distintas. Enhorabuena

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  3. Tienes la chistera llena de fantasía. Los personajes que sacas para crear relatos con la palabra "aplauso" me admira mucho.

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  4. Aplaudo estos simpáticos relatos. Son tantos y tan originales que se merecen unos minutos de aplausos.

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    1. Hala! Me halagas con tantos aplausos. Nadie se ha leído mi blog entero, gracias, Jesús.

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