Mi
madre se empeñó en que aprendiera alemán ese verano. Yo era reacio. La caminata
hasta el chalet y el horario de las clases en plena calima de la siesta, no ayudaban
a motivarme. Me recibió la amiga de mi madre, germana de rasgos innegables. Mi
mente completó el dibujo de las partes de su cuerpo que su top y la escasa
falda, escatimaban a mi mirada. Tenía proporciones de modelo. Aparentaba diez
años menos.
Aquella
noche no me la sacaba de la cabeza, apenas dormí. La segunda clase fue junto a
la piscina. Luego ella me desnudó y nos bañamos libres. Tomó la iniciativa de
una clase particular de libido y pasión que transcurrió por todas las
estancias. La madrugada nos sorprendió en la geografía corporal del deseo.
Disfruté
la fantasía tres días, hasta que su amiga nos pilló in fraganti. Lejos de
escandalizarse, le resultó divertido y a cambio de su silencio bisexual, creó
un trío. Entre ellas surgió una chispa de lujuria, se ansiaban por tiempo
completo. En ese triángulo la hipotenusa era mi diosa germana, y yo un cateto
que se hacía invisible. Así que eliminé la tercera incógnita de aquella
ecuación tan complicada.
Mi ocurrencia para ENTC (Esta noche te cuento), relato de máximo 200 palabras tema: La pasión y el deseo.
ResponderEliminar