viernes, 19 de noviembre de 2021

Ficción

 Ficción

Podría decirse que soy masoquista. Acudo a verle en brazos de otras y sufro. Hoy ha ocurrido algo inesperado, justo en el momento en que iba a besar a la protagonista, atraviesa la pantalla se acerca a mi butaca y, con la voz tomada, me confiesa ser esclavo por la tiranía de las productoras, que le obligan a simular de modo creible su amor por esas arpías. Todo por los contratos y el espectáculo, pero que su corazón fuera de los guiones, es mío. Entonces el público de la sala aplaude a rabiar puesto en pie, mientras él me besa con pasión y regresa adentrándose en la pantalla justo antes del The End.



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