TEMA: LA CREATIVIDAD.
El
crítico gastronómico tras almorzar en un restaurante de cocina creativa,
siempre se comía un bocadillo de panceta.
COMENTARIO
DEL JUEZ: Texto sardónico que pone en la diana
cualquier innovación culinaria excesiva, y también señala las virtudes de
"lo de toda la vida". Divertido.
El
profesor de literatura cosechaba sus creativas columnas como periodista,
plagiando ideas de sus cientos de alumnos.
COMENTARIO
DEL JUEZ: El viejo ardid de robar al alumnado,
ese estamento tan frágil del ámbito universitario. Realista, por desgracia.
El
profesor taladró con un alfiler todos los folios del examen en una esquina, los
que dieron el cambiazo, suspendieron.
COMENTARIO
DEL JUEZ: Una imaginación del tipo paranoide que
logra atrapar a los tramposos. La idea del profesor me parece brillante, para
aplicar yo mismo algún día.
El alumno argumentó que no había dejado el examen en blanco,
si no que su bolígrafo era de tinta blanca.
COMENTARIO
DEL JUEZ: Una respuesta asaz creativa para su
falta de conocimientos. Chistoso.
La
chispa de creatividad de Nerón sobre la Iluminación nocturna de Roma fue
incomprendida por completo.
Las
hipótesis disparatadas sobre el origen del grito de Tarzán le valieron el
premio a la creatividad a su tesis doctoral.
La
jefa de RRHH crea argumentos persuasivos para los despidos. De adolescente
inventaba mil excusas para cortar relaciones.
La
mula engendro de una infidelidad. Lo mío debió de ser una orgía creativa.
¡Maldita arca de Noé! Firmado: el ornitorrinco.
La
guionista más imaginativa es una médium. Convoca los espíritus de Da Vinci y
otros genios, en una tormenta de ideas.
“La
Teoría de la Relatividad es muy relativa”, contestó en el examen el alumno tan
creativo cuando no estudiaba.
Harry
Potter denunció ante el defensor del personaje que tanta creatividad de la
escritora le iba a provocar un infarto.
El
famoso publicista obtenía su fuente de creatividad en las puertas de los baños
de la universidad.
Le
suponían recluido para crear, pero recorría todas las tabernas donde anotaba
las coletillas publicitarias tan exitosas.
Inventaba
una manera de robar y cuando la policía tomaba medidas, él ya había creado otro
método nuevo.
Era
un genio, había creado decenas de inventos. Llamó “Guau” a su perro y “Miau” a
su gato.
El Fénix de los ingenios tenía tres escribanas muy creativas
generando diálogos de comedia a destajo.
Ella lleva diez años publicando una novela con un pseudónimo
distinto cada mes, a cual más original.
El profe de mates les dejaba cada día un acertijo o juego a
resolver en la siguiente clase, a los alumnos les atrapó la asignatura.
El creador de decenas de teoremas matemáticos tiene la misma
contraseña para todo: uno, dos, tres, cuatro.
El jugador de ajedrez pintaba las piezas con rotuladores de
colores y les ponía nombres y motes.
Cada semana cambiaba de pueblo manchego y ponía motes, sin
repetir ninguno, a todos sus habitantes.
“¿Aburrida
la evolución natural de la especies? Observa minuciosamente al ornitorrinco”,
dijo Darwin.
“Su
hijo siempre está pensando en las musarañas, debe ponerle los pies en el suelo,
señor Verne”, dijo el maestro.
Le
decepcionó aquel espectáculo de creativas vestimentas, luces y música. Él
prefería el circo de payasos y fieras.
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